INTERVENCIÓN COGNITIVA-CONDUCTUAL EN INFANCIA Y ADOLESCENCIA
El enfoque cognitivo-conductual se caracteriza por una evaluación detallada de las respuestas problemáticas y de factores externos que pueden mantener una conducta determinada mediante la observación y respectiva medición de la misma.
CONDUCTA: Se entiende por conducta la respuesta del organismo considerado como un todo: apretar una palanca, mantener una conversación, proferir enunciados, resolver un problema, atender a una explicación, realizar un contacto sexual; es decir, respuestas al medio en las que intervienen varias partes del organismo y que adquieren unidad y sentido por su inclusión en un fin. Da inicio a la acción.
Como elementos esenciales del enfoque conductual se destacan:
- Las conductas desadaptativas se dan a partir de las mismas leyes del aprendizaje que rigen la conducta normal.
- Las técnicas de intervención se deben basar en hallazgos empíricos y fundamentos teóricos de la psicología experimental.
- La intervención se dirige a la modificación de la conducta desadaptativa que se manifiesta, sin embargo, también se trata el componente cognitivo y afectivo que acompaña la conducta.
- Se basa en la conducta actual del sujeto, es decir, en los problemas actuales del paciente.
Estrategias de intervención cognitivo-conductual.
Principio de reforzamiento positivo: El reforzamiento
aplicado contingentemente a un comportamiento
determinado, aumenta la probabilidad
de ocurrencia del mismo.
Principio de reforzamiento negativo: Se define
como aquel estimulo que una vez que se elimina
aumenta la probabilidad de ocurrencia de una
conducta (que estaba siendo inhibida).
Moldeamiento: Consiste en la aplicación de manera
selectiva y planificada del principio del reforzamiento
positivo, esto es, se comienza estimulando
aquellas conductas que guardan cierta
relación con la conducta deseada, hasta que solamente
se refuerza la presencia de la conducta
en cuestión.
Modelamiento: Sigue el principio del aprendizaje
vicario planteado por Bandura (imitación). El
sujeto es confrontado con determinado modelo
que exhibe el comportamiento que se desea
que el adquiera. La participación del sujeto que
aprende se realiza como observador o como participante
activo.
Economía de fichas: Se aplican los principios del
reforzamiento positivo y del moldeamiento, el
sujeto recibe reforzadores como fichas, puntos
estampillas, etc., que después pueden cambiar
por otros estímulos.
Encadenamiento: Los procedimiento de encadenamiento se refieren a la formación de conducta a través de combinaciones en secuencia de series de unidades conductuales simples.
Control de estímulos: Cuando siempre que se
presenta determinado estimulo, al mismo sigue
la presencia de determinado comportamiento,
decimos entonces que ese comportamiento esta
bajo el control de ese estimulo.
Tiempo fuera: El tiempo-fuera consiste en sentar al niño en un lugar de la casa, silencioso y alejado de los estímulos ambientales durante un período de tiempo. Como regla general, se utiliza aproximadamente, un minuto por cada año de edad que tenga el pequeño. Debe ser un lugar tranquilo, como un rincón, o un escalón, la idea es que sea un lugar básicamente “aburrido” para el niño.
Fuente bibliográfica: Castillo, I. Ledo, H. Ramos, A. (2014)Psicoterapia Conductual en niños: estrategia terapéutica
de primer orden. Extraido el 23 de Mayo de 2016 de http://www.boticamedica.com.ve/wx/articulos/psiconinosB24.pdf
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